¿Es el hombre esclavo de su propio destino y víctima de su propio Karma o puede ser el creador consciente de su propio futuro? ¿Puede el Tarot ayudarte a entender cómo tomar tus propias decisiones?

 

Desde la antigüedad, los filósofos han estado cuestionando el concepto de aleatoriedad y el principio de causa y efecto.

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El materialismo del siglo XIX dio una explicación a todo lo que sucede con solo dos conceptos: "casualidad" y "necesidad". El Tarot, desde su orígen, ha enseñado que el hombre es un ser libre, responsable y consciente y, sobre todo, que no es esclavo del determinismo inexorable ni del caso caprichoso. Los símbolos de la Rueda de la Fortuna ayudan a comprender que el caso no existe y explican cómo el concepto de "suerte" ha cambiado desde la Edad Media hasta el Renacimiento gracias a los humanistas.

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Si la vida humana es como un juego, debemos entender que la llamada fortuna solo cuenta al principio, como dijo Dante Alighieri.

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Los juegos de mesa más populares en la Edad Media eran los dados y el ajedrez: en la primera, la suerte es 100% decisiva, en esta última solo es importante la habilidad del jugador. Pero en los juegos de cartas (todos originados en el Tarot), tanto la suerte como la habilidad cuentan: como en la vida. Si entendemos esto, con las cartas podemos tener una interpretación más profunda del complejo fenómeno de la vida.

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El código del Tarot funciona sobre la base de la incertidumbre y la probabilidad, pero también sobre el principio de sincronicidad de Jung y Pauli. Con esta teoría, y con los descubrimientos de Heisenberg, Bohr y Bohm, entendemos que todo lo que existe está en relación, y que la materia y la psique están conectadas precisamente gracias a los símbolos y al código tarológico que pueden descifrarlos. Entonces es posible que nuestra propia psique influya y determine nuestro futuro en un cosmos ordenado y coherente.

 

Todo esto da sentido y significado a la Tarosofía, a la cartomancia, a todos los sistemas adivinatorios y a nuestra propia existencia.

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El Tarot es un medio para hacer hablar a nuestra Conciencia y ayudarnos a tomar decisiones informadas.

El karma no es un destino inevitable como una sentencia, pero es un sistema natural que podemos modificar parcialmente con nuestras elecciones conscientes para mejorar nuestra existencia, darle sentido y vivir una vida pacífica y consciente.